La menopausia y la mujer

La menopausia y la mujer

La menopausia, del griego Mens (mensual) y Pausi (pausa), es un proceso natural de la mujer. El cuerpo comienza a producir menos estrógeno y progesterona, lo que conlleva al cese total de la menstruación. Es uno de los procesos más largos y que causa mayor expectativa en la mujer.

Cuando aparece la menopausia

Normalmente alrededor de los cincuenta años, se comienzan a experimentar los primeros síntomas o el período premenopáusico. Esto igualmente puede variar, pero el rango de edad considerado normal es entre los 45 y los 55 años. Si se presentase antes de los 45 estaríamos hablando de una menopausia precoz. Si el caso fuese lo contrario, pasados los 55, entonces estaríamos antes una menopausia tardía.

También están los casos de  menopausia forzada, es decir, cuando la mujer ha sido sometida a tratamientos quirúrgicos. La extirpación del útero (histerectomía  ) o de los ovarios ( ooforectomía ) desencadena la aparición de la menopausia inmediatamente, sin importar la edad.

Cuáles son los síntomas

Los síntomas más comunes comienzan a aparecer de uno a dos años antes de que se declare oficialmente. Entre ellos podemos mencionar:

  • Menstruación irregular. El período menstrual se acorta o se alarga más de lo normal. Aparece un mes y al siguiente no, ó dos veces en el mes. También la cantidad de flujo menstrual se ve afectada.
  • Sudoración nocturna. Experimentamos mucho calor y por supuesto, sudamos a mares. Aunque durante el día también se puede sentir, y se le llama sofocones, es en la noche cuando molesta más. Particularmente, a mí me afectaban mucho, porque me ocasionaba insomnio. 
  • Molestia durante las relaciones sexuales. Esto es ocasionado por la paulatina resequedad de las mucosas vaginales, lo cual hace que el coito sea un poco doloroso.
  • Cambios de estado de ánimo. Es parte del proceso de cambio hormonal que el estado de ánimo se altere más. Podemos considerar normal que algunos días pasemos de estar alegres a tristes ó deprimidas, sin causa aparente. Si la frecuencia de estos cambios es muy alta, podríamos estar ante una patología, y es conveniente consultar a un médico.
  • Cambios en los patrones de sueño. Esta parte ha sido la más fuerte para mí. Por lo general va acompañada de los sudores nocturnos. En mi caso, me pasaba que a las tres de la mañana me despertaba, sin motivo aparente, y simplemente no podía pegar un ojo en el resto de la madrugada. No me sucedió a diario, pero sí unas dos veces en la semana.
  • Ligeras molestias en los huesos. Por la descalcificación propia del proceso hormonal, es frecuente que se sientan molestias, incluso dolor en los huesos. En un reciente estudio se determinó que la menopausia podía incidir y agravar los síntomas de la artrosis reumática, cuando la mujer ya la padece.

La vida después de la menopausia 

Con algunos cuidados, se puede seguir disfrutando de lo bueno de la vida. En mi caso, yo decidí no tomar terapia de reemplazo hormonal, la cual no siempre se tolera bien. Hice algunos cambios en mi dieta, como minimizar los derivados lácteos, y sustituir la leche animal por leches vegetales. Suprimí las carnes rojas y embutidos, e incrementé los vegetales y verduras, cereales naturales y frutas no cítricas. Tomar mucha agua es primordial. y un poco de actividad física diaria. De esta manera, me sentí un poco más aliviada. También solía tener una toallita y un recipiente con agua cerca de la cama, para los sudores nocturnos. En cuanto a la ingesta de calcio y vitaminas, sólo nuestro médico tratante puede prescribirlo.

Aceptar esta etapa de vida como lo que es, algo natural, es muy importante. Un estilo de vida sano, con ejercicios y buena alimentación, nos ayudará a mantener una buena salud y buen ánimo. Una actitud positiva, la ilusión de un nuevo proyecto, la cercanía de nuestros seres amados. Está en nosotras que ésta sea la mejor etapa de nuestras vidas.

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