El instrumento ideal para mi hijo.

El instrumento ideal para mi hijo.

 ¿Cual es el instrumento ideal para mi hijo?

Esa pregunta nos ronda en la cabeza desde el primer día de kinder musical de nuestro talentoso tesoro. Soñamos con verlo triunfar en un escenario. Y escoger el instrumento ideal es imprescindible para ello.

Por supuesto, somos nosotros como padres quienes damos el primer paso al inscribirlo en la escuela de música o núcleo más cercano. Pero debemos ser cuidadosos, y no imponerle nuestro sueño frustrado de ser pianista, violinista, flautista, etc, a nuestro hijo.

Como profesora, me tocó lidiar en su momento con dos casos, en donde el niño se sentía infeliz con las clases de piano. ¿El motivo? Simplemente no les gustaba el instrumento, pero sus padres eran pianistas frustrados. En ambos casos, luego de una conversación primero con los niños, y luego con los padres, todo se resolvió positivamente. Los niños accedieron al instrumento que en realidad les gustaba.

Cómo saber cual instrumento les gusta.

Los niños son muy sinceros, por su propia inocencia y pureza, así que si algo les gusta o no, lo van a manifestar de inmediato. Podríamos confiar que si eligen un instrumento determinado, es el que realmente les agrada. Y sí, ciertamente, esa opinión puede cambiar más adelante.

Cuando yo comencé a estudiar música, fué por decisión de mis padres. Mi tío Tito, guitarrista y cantante, advirtió las facilidades en mí y en mis hermanos, y se lo sugirió a mi mamá. Y cuando llegó el momento de estudiar el instrumento, tuve la suerte de coincidir con mis padres. El elegido fué el piano.

Años más tarde, El Sistema, fundado por el maestro J. A. Abreu, llegaba a Barquisimeto. Allí se abrió para nosotros la puerta del mundo sinfónico. Y descubrí que también me gustaba el violín. Se convirtió en mi segundo instrumento, y mi entrada a ese mundo sinfónico desconocido para mí hasta entonces. 

La conexión con nuestro instrumento.

Ya no toco violín. Llegado el momento, escogí de nuevo al piano para continuar con mi aventura musical. Y haber escogido el instrumento «ideal» para mí, fué determinante para abrazar la disciplina que ser músico académico conlleva.

Porque sólo si amas tu instrumento, si te sientes conectado, las horas de estudio te pasan volando. No te importa renunciar a fiestas, cine, salidas con amigos cuando amerita «encerrarse» a sacar un repertorio. Disfrutas el proceso, saboreas la compenetración con las obras que estas conociendo. Y sabes que ese esfuerzo se corona con un exitoso concierto. ¡Y por supuesto, después sí viene la respectiva rumbita!

¡Disfruta de tu nuevo amigo!

El contacto del niño con los diferentes instrumentos musicales ayuda mucho a que la selección sea la mejor. En el Sistema, los niños están en contacto con ellos prácticamente desde el día uno. De esta manera, pueden ser más acertivos al escoger su instrumento ideal, ese con el cual luego hacen «click», y los convierte en amigos de vida.

El niño que se enamoró de su instrumento

Nuestro gran contrabajista Edicson Ruiz cuenta que antes de estudiar contrabajo había probado con otros instrumentos. Pero sólo sintió la conexión cuando escuchó el contrabajo y se enamoró de su sonido grave y expresivo. Allí decidió que ese era su instrumento ideal. Y se dedicó con disciplina y ahínco a conocerlo, dominarlo y disfrutarlo. Edicson Ruíz pertenece actualmente a la fila de contrabajos de la legendaria y prestigiosa Filarmónica de Berlín. Y ostenta aún el récord de ser el músico más joven, con sólo 17 años, que ha ingresado a la orquesta. 

Recordar…

Lo más importante es disfrutar de nuestro instrumento, darnos tiempo para conocerlo, amarlo. Y disfrutar del maravilloso mundo musical que nos presenta. Lo demás vendrá por añadidura.

 

 

 

 

2 Comments
  • Sheila Vargas Rojas
    Posted at 20:44h, 17 septiembre Responder

    Me encantó el artículo. Mi amor por la mandolina (o bandolín como le dicen en mi pueblo) fue totalmente a primera vista. Me enamoré de su sonido y desde entonces decidí que iba a realizar mi sueño frustrado de música en su mismo camino… que lo iba a usar como un vehículo perfecto para lograrlo.
    Me sacó algunas canas -risas- pero con disciplina adquirí el nivel que requería pertenecer a la agrupación donde estoy. Y eso me da mucho orgullo. Gracias por hacer que mis memorias me sacaran una sonrisa. Un abrazo

    • Vilma Sánchez
      Posted at 08:22h, 23 septiembre Responder

      ¡Gracias a tí querida Sheila por ser participativa!
      Eso sucede, amor a primera vista con el instrumento. O también esa conexión se fomenta, como le ha sucedido a otros colegas músicoas.
      La disciplina y la dedicación son, en ambos casos, primordiales para tener éxito.

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